domingo, septiembre 10, 2006

De vuelta a la realidad

Tras mi primer verano sin estudiar en mucho tiempo, estoy de vuelta otra vez aquí, en la real realidad de "hay que hacer cosas".

Los meses veraniegos han dado bastante de sí. Unos días por Asturias, donde me bañé bien a gusto (tanto en el mar como en el Sella, el día del descenso) y luego un largo descanso en Burgos, donde no he hecho gran cosa, salvo echar un cable a mis padres en la tienda. Pero amenizándolos con unas visitas a los amigos y unas esporádicas salidas han pasado más rápido de lo que imaginaba.
Ahora estoy cerrando los últimos flecos del Proyecto Fin de Carrera, que espero presentar en breve y preparándome para el salto al mundo laboral, que ya va siendo hora. Me da un poco de respeto el asunto, porque sabiendo como reacciona mi ojo a estados de tensión, no se como le sentará el rollete ese de ponerse el traje y subirse a defender el proyecto delante del Tribunal, mis padres y demás invitados.


En cuanto a la espondilitis, ni me he acordado. Sorprendente que algo que no me dejaba en paz día si y día también ahora no lo recuerde apenas. De hecho me pincho en 10 días y si no llega a ser por el cartelote que tengo colgado en la pared al lado del monitor (así me aseguro de verlo, jejeje) ni me acordaría.
Otra cosa es el ojo. En el descenso del Sella, exactamente en el baño ese que aludí antes, perdí las gafas de sol (graduadas, claro) lo que me ha hecho darme cuenta de lo mal que ando del ojo izquierdo. Mientras me he hecho con unas nuevas, me dí cuenta de lo mal que reacciona el ojo a la luz del sol de verano. Y lo peligroso que puede ser eso si te pasa al volante, ya que en uno de mis viajes en el F1 estuve un ratico viendo sólo por un ojo, ya que el otro sólo veía blanco.
Lo más curioso fue cuando me gradué para que me pusiesen los cristales nuevos. Resulta que veo mucho mejor con el "ojo malo" que con el bueno si me quito las gafas. Y con mejor quiero decir que si me pongo una hoja con algo escrito a X distancia, con el izquierdo (el malo) lo puedo leer mientras que con el derecho (el bueno) no. Pensé que al graduarme resultaría en una recuperación de algo de visión, con reducción de dioptrías en ese ojo, pero no fue así. De hecho, me han puesto la misma graduación que antes, ya que no conseguía ver mejor con los distintos cristales que me puso la ¿oftalmóloga? que me graduó en la óptica. Intenté que me lo explicara, pero no conseguí enterarme bien, ya que me decía que había recuperado "agudez visual", pero no entiendo muy bien esto. A ver si en la siguiente visita a Chema me entero de algo más.