martes, noviembre 08, 2005

He pillado gripe aviar ...

.... bueno, igual solo es un catarrillo.

La llegada del invierno este año ha sido muy relajada. No he tenido problemas, ni haciendo el descenso del Sella en puente de los Santos. Sí, sí el descenso del Sella en Noviembre. ¿La cryptoagüita? Pues resulta que en los de las canoas nos dieron un traje de neopreno, como el de los surfers, y con eso los poderes de la criptoagüita quedan neutralizados. Eso si, los pies y manos no están cubiertas, con lo que si que puede ser que duela un poco. Pero coño, ¡que somos superhéroes! Si la otra opción es ir hacia la orilla, pues se aguanta y se da la vuelta a la canoa, con dos pelotas.

Volviendo al título del post, tiene güitos el asunto este de la "gripe aviar" y la talegada que se han gastado nuestro Servicio de Salud para proveerse de una vacuna para un virus que no existe, con lo que me permito mis dudas sobre su funcionamiento. Y no es culpa de los dirigentes, si no de la locura que se ha montado alrededor de una alarma salida de la cuasi-nada. Tanto los políticos, con sus agresiones verbales, a las que lamentablemente nos tienen acostumbrados ciertos partidos y los medios de comunicación magnificando la cuestión, no han hecho otra cosa que obligar a los responsables a comprar medicamentos, porque si no la alarma social habría sido alucinante.

Ya podrían tener tanto eco las enfermedades como la nuestra, que no es a largo plazo, ya está aquí. Pero como no es contagiosa, no va a ser una pandemia, con lo que nos será díficil meterlo por ahí. Si consiguiesemos hacer un statut del espondílitico, igual si que tenemos cancha. Es increible ver como nos manejan de vez en cuando.
Lo que está claro es que en este país pinta más el que no tiene ni idea, léase cualquier político en el telediario pidiendo soluciones a un problema irreal, que el sabe de lo que habla, léase los científicos explicando la situación real en un debate de la 2 a las 23:30.

Pues es lo que hay.

Yo de momento, medico este catarrillo, aunque de momento con zumitos de naranja exprimida y leche con miel. Los huesos bien, y el ojo parece que ha parado, a falta de una semana para que lo confirme Txema.

4 comentarios:

Miguel dijo...

Tony (RAT), antes fue esquí acuático y ahora piragüismo en cursos fluviales llenos de kriptoagüita... hay que rendirse a la evidencia: eres el superhéroe más evolucionado que conozco, asumo mi inferioridad de superpoderes...

Un abrazo!

Pd. Aprovecho la ocasión para interesarme por David (calvitocongafas) y por Pello. Cómo vas con tu retorno a la reumatología? Informe por favor. Y Pello, ¿Qué tal va la apiterapia? Esas Mayas que dan la vida por ti, ya nos contarás qué tal te están yendo sus dulces picotazos..

Yo todo bien, ya informaré más en detalle en un próximo balance de situación al blog.

Dulthanas dijo...

Todo es ponerse. Aguantar cuando hay que hacerlo. Las inmersiones eran un poco dolorosas, sobre todo los tobillos y las muñecas, pero sólo en el agua. Disfrutar cuando hay que hacerlo. Ese cigarrito místico tumbado en el k2, viendo el cielo de Asturias, vegetación y montaña, todo a la vez, mientras te mecen las aguas de Sella ... no tiene precio, como dirían en algún anuncio.

Lo que si que es chungo es vencer el respeto que te dan este tipo de situaciones, de las que luego salir puede ser complicado. Pensé en ello antes de apuntarme, ya que si la kriptoagüita hubiese funcionado y teniendo en cuenta que volcamos a los 100m de montarnos ... tres horas de suplicio. Pero había mucho que ganar y no tanto que perder, o sí. Con esto nunca se sabe. Intentarlo y que hubiese salido mal, habría significado unos días de antiinflamtorios al viejo estilo, pero no haberlo intentado me habría pasado factura algo más de tiempo, por acojonao.
Por otro lado, siempre es preferible conocer las limitaciones reales de un sistema, mucho mejor que preveerlas. Minimizas errores, luego hay que ensayar. La teoría sin la práctica no es nada. Teórícamente no
puedo tener contacto con agua fría, pero en la práctica con el equipo apropiado resulta que sí. Seguro que cualquier médico me lo habría desaconsejado, luego ya hace interesante por lo menos pensar en ello, jejeje.

En definitiva, como aprendí bien hace tiempo, hay que tirarse al barro, luego "Dios proveerá, y si no Alá".*

Un saludete

*N.d.A: A veces es un mal consejo, aplicadlo con precaución.

Anónimo dijo...

AnTONYo:

Como dice (con envidia) un amigo mío cuando ve a una pareja de jóvenes dándose el lote en algún banco: ¡Es que los jóvenes dáis asco! Descenso del Sella, dices... Mi enhorabuena, amigo.

Cuídate ese resfriado.

Pello (Izorrategi).

Anónimo dijo...

Miguel (y demás colegas):

Por ahora todo va bien con las abejas. Me pongo 5-6 dos veces a la semana. Cada aguijonazo te da como medio minuto de quemazón intenso, luego disminuye y para cuando te quitas el aguijón (5 minutos) te queda una zona enrojecida y caliente. Esa zona punto sigue caliente al día siguiente, pero sin más.

Por ahora la apitoxina no ha interferido en la mejora que voy sintiendo paulatinamente desde hace un año (ya sabes mi fórmula, dieta y própolis), seguramente porque estoy tomando dosis bajas. En estados graves, los apiterapeutas te van subiendo los aguijones (o las inyecciones, en otra versión) para estabilizar el ritmo en 18 o más por sesión. Con ese sistema, en pocos días el cuerpo reacciona bastante violentamente, con un agravamiento temporal de los síntomas de la enfermedad que tienes. Sin embargo en esta otra versión más light que me propuso un médico argentino lo que espero es resultados a medio plazo.

Os puedo contar un primer efecto, a las tres semanas de empezar. De los puntos de eczema o psoriasis que tenía en el cuerpo, con el própolis (vía oral) logré eliminar la mayoría, y los más importantes; pero me quedaba un par de puntos rebeldes en los tobillos. Pues bien, desde que empezaron a inyectarme veneno las abejas, esas manchas parece como que se secan y tienden a desaparecer.

Al que le interese una descripción del veneno de abeja, su modo de actuación y aplicaciones terapéuticas, le puedo enviar en word el capítulo dedicado a la apitoxina extraído de un libro sobre apiterapia. Al contrario que el polen, el própolis, etc., la apitoxina no es un complemento alimenticio o un remedio natural casi sin contraindicación; no, el veneno es siempre veneno, no se debe usar con ligereza. Pero lo cierto es que todo lo referente a la abeja es apasionante...

También tengo fotos. Un día de estos os las enseño.

Pello (Izorrategi).