jueves, diciembre 22, 2005

Y van nueve ... ya nada me duele

He tardado diez días, pero aquí estoy de nuevo para dar el parte de la última enchufada del año. Como ya estoy acostumbrado a escribir, todo correcto. Definitivamente el Infliximab es mi droga preferida. Me la enchufan con cariño, en buena e hilarante compañía, y encima incluye comida. ¿Qué más se puede pedir? Pues que esto siga así y empezar a espaciar los pinchazos un poco más. Algunos de los usuarios de Infliximab del grupo del Clínico están en ello, y por lo que he oido con buenos resultados. Si en vez de un pinchazo cada 8 semanas pasas a ponerte cada 10 semanas, pues pasas de 7 a 5 dosis/año. Y de ahí a espaciarlo más, y más, y luego no necesitarlo ... ¡coño, que soñar es gratis!

Por otra parte, me he gastado parte de mis ingresos por andar de "kioskero" en la uni en arreglarme la boquita. Una raicilla que tenía por ahí ocupando sitio para nada, ya que el resto del piño se quedó en la SS en el primer intento de extracción. Así que en cuanto la raiz salió a la luz, he juntado valor y ganas suficientes, para allí que me he ido.
Casualmente, o no, está debajo del ojo que tantos problemas me está dando y del seno que aloja la sinusitis (si tios, resulta que los hombres también tenemos senos, aunque me siguen gustando más los de las chicas :P). Según la que limpia el portal de casa de mis padres puede ser la causa de mis males. Esta teoría no es demasiado descabellada, ya que la idea de que una mala salud dental influye en el resto del cuerpo tiene mucha base "teórico-popular" y también científica. Ya os contaré si influye tanto como dicen o no.

Bueno, esto es todo. Voy a ver si sigo chapando, que un año más no me he hecho rico con la lotería, así que tendré que terminar la $%&#@ carrera y ponerme a currar ...

No hay comentarios: